Mundo de Libres
4.03.2006
  Hijo de la guerra
No sabemos su nombre ni su apariencia, sólo que tiene dos años y que por su sangre confluye el ADN de una secuestrada y su secuestrador. Las condiciones de su procreación, inciertas. Quiero pensar producto del amor o de un instante de escapismo, desenfreno, desahogo y no de la imposición y de la fuerza. Ahora bien, tal ves un poco de ambas ¿El encierro y la soledad no son lo suficientemente fuertes para llegar a imponernos a nuestro verdugo como el consolador de nuestras frustraciones y carencias?.
 
Comments:
En la U, aprendí que el limite de tu autonomía es la de los demás. Si uno de tus actos vulnera los derechos de otros, éste es del todo reprochable. Coincido que el autor escudado en humanizar así los actores sociales del conflicto devela una situación intima sin que medie para ello el consentimiento de los directamente involucrados.
 
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Reflexiones y anécdotas de un territorio en vía de desarrollo, de sus raíces y de la cultura de sus habitantes. Esa que le permite sobrellevar sus dificultades y transformar el escepticismo en esperanza

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